sábado, 18 de abril de 2009

morir agobiado bajo el peso de la solemnidad o vivir banalmente en la mediocridad

Bueno, esta si que parece ser una fatal disyuntiva. Posibilidad uno: Morir bajo el peso de la propia solemnidad, agotado por la seriedad y la responsabilidad. Posibilidad dos: vivir mediocremente y sin sentido ¿es está una falsa disyuntiva? ¿ se puede pensar más allá de esta dicotomía? es decir, es esta una falsa preocupación? pienso que todo ser humano en algún momento, gracias a un especie de irrefrenable sentido moral, se ve confrontado a seguir un camino en su vida, un camino que por definición excluye otra posibilidad. quizá sea, entonces, el problema sea pensar en oposiciones binarias. pero bueno, para seguir sin mayor rodeos y reflexiones quisquillosas, el punto es este: todo ser humano, en algún momento se ve confrontado a decidir: el esfuerzo y el camino largo pero próspero o besarle la mano a belcebú.

ahora me pregunto, será de nuevo ese impulso moral el que construye que la vía no dolorosa sea necesariamente mala. es decir, si no es sufrimiento y dedicación es malo, o más bien por qué hay un camino que parece ser el camino fácil y por qué pensamos que ese camino no requiere de ningún esfuerzo o dedicación.

besarle la mano a belcebú, creo que en este momento de mi vida considero que besarle la mano a belcebu no está mal, creo más bien que lo mejor sería ser más belcebú que belcebú. si definitivamente en estas épocas nadie escapa de ser un objeto, lo mejor tal vez puede ser objetificarse sin remordimiento alguno. estoy seguro que este definitivamente no es el buen camino, en un sentido tradicional y profundamente moral, y por ello considero que si bien no es bueno talvez sea más agradable. agradable en cuanto deleita los sentidos y tal vez sea una engañifa, poco trascendental, alejado del concepto , las ideas y la moral.

pero creo que esa ética protestante que define el trabajo duro y doloroso, queconsidera que mientras más aleje el placer más cerca se está de lo divino, por lo menos en mi caso particular me tiene agobiado y por supuesto confundido. y es justamente, por que está doctrina que ensalza la dificultad y el dolor ha liberado el deseo por la vida, por la creación, y sobretodo me ha llevado a valorar lo banal, lo cotidiano y lo poco pretencioso, como aquello que definitivamente no promueve un sentido de lo trascendental y más bien lo lleva a uno a ser menos tout court. pero por otro lado, libera de la pesada cruz que impone tener un gran ideal que jamás se realizara, bueno en este caso vendria belecebu calladamente a corromper la moral, que batalla más fácil de declarar que una que se sabe, de antemano, está pérdida y por lo tanto no traera ninguna otra responsabilidad a parte de la de vociferar discursos.

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