La preocupación por explicar las culturas contemporáneas ha estado atravezada por el interés por comprender aquello que se ha denominado "la juventud". La juventud, una creación moderna, por lo tanto un artificio cultural que se ha configurado al calor del estado y el capitalismo. Esto último no es un juicio de valor, es simplemente una constatación empírica, se puede ver que estas subjetividades surgen en determinadas condiciones históricas y sociales.
El deseo de transformar el statu quo lleva a sobrevalorar expresiones juveniles. Sobretodo aquellas pertenencientes a las "subculturas juveniles" o "tribus urbanas" término que traigo a colación para hacer justicia al principal difusor de tal preocupación acadámica, Michel Maffesoli. El asunto es que tales subculturas son frecuentemente concebidas como la respuesta a los males del neoliberalismo y la opresión, como una respuesta revolucionaria y transformadora.
Sin negar el momento de verdad que estos lugares comunes puedan poseer, es hora de dejar de creer que el exotismo punk, hard core o skin son la solución a los ya citados males del capitalismo global. Sobretodo, cuando estos grupúsculos solo pueden existir gracias a este último.
Desde académicos hasta adolescentes incautos están persuadidos de que tales agrupaciones constituyen la luz al final de túnel. Más bién ,son más de ese túnel difuso cuyo comienzo y fin son de difícil ubicación.
En palabras de una joven punk libertaria: "ellos nos quieren engañar y oprimir". Me pregunto, cuál es ese ellos, que parece lejano, que parece ubicarse al otro lado del juego, del lado de los malos. Ese ellos es el estado, mtv, el capitalismo, los yankees, ese ellos es nosotros, el squat en noruega- que tiene el lugar simbólico de la meca-, ese ellos es el lider treintón, ese ellos es el que tiene las doc marteens originales, ese ellos es nosotros.
Ese nosotros solo puede conocerse a traves de lo que ellos han creado, nuestros mas reconditos,intímos y libertarios deseos son los que "ellos" han creado, nuestro deseo es de ellos. Por ahora no creo que un concierto pueda cambiar eso.
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